La rozadora es una máquina o herramienta eléctrica que cuenta con dos discos de diamante en paralelo separados a una distancia que se puede ajustar. Esto hace que se pueda poner sobre la pared y hacer cortes paralelos de la profundidad que necesitemos.
Es similar a una amoladora pero de más potencia respecto a las convencionales. De hecho, gracias a la rozadora podemos hacer rozas de manera más rápida y práctica respecto a usar una maza y un cincel.
¿Para qué sirve una máquina rozadora?
La rozadora es un tipo de herramienta eléctrica que se emplea con el objetivo de hacer rozas o regatas en la pared para pasar tubos, tuberías o diversas canalizaciones para cableado.
Es una alternativa respecto a hacerlo manualmente, dado que es más cómodo y se hace muy rápido. Además, sus usos son variados, porque podemos abrir rozas en ladrillo, cemento, escayola, yeso, etc.
Es habitual en las reformas en las que necesitamos mover determinados elementos de sitio, por ejemplo para modificar la instalación eléctrica. Para ello, se abren las rozas, se pasan los cables y luego se cierran las rozas. Un trabajo de albañilería muy demandado y que mejora con esta herramienta.
¿En qué casos necesitamos una rozadora?
Como te avanzamos, este trabajo se puede hacer manualmente de otras maneras o incluso con herramientas alternativas. Sin embargo, la rozadora es la máquina específica para hacer rozas. Por ello, la necesitamos siempre que necesitemos hacerlas.
¿Qué rozadora elegir?
La mayor parte de las rozadoras suelen utilizar discos de diamante de unos 125 mm y cuentan con potencias que llegan hasta los 2500 w. Por lo tanto, debemos elegir la herramienta que más se ajuste a nuestras necesidades, en función del tipo de roza que vayamos a realizar y del uso que le demos (de manera profesional, habitual o más ocasional).
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