Una lija, conocida también como papel o taco de lija, es una herramienta manual que se adhiere sobre el material a tratar para alisarlo y liberar sus imperfecciones, es decir, para realizar el proceso de lijado. A continuación te contamos todo sobre las lijas.
Como su propio nombre indica, se emplea para dejar las distintas caras de un material lisas, principalmente en el detallado de la madera o pulido de metales, así como para preparar un material o superficie a la que posteriormente se le aplicarán una o varias capas de pintura o barniz. También se puede usar para acondicionar las diversas superficies a encolar. Además, se puede utilizar la lija manual antes de pintar las paredes, con el objetivo de alisar cualquier imperfección que pueda haber en la pared.
Estas lijas, suelen estar formadas por micropartículas de vidrio o esmeril, con las que se pueden conseguir diferentes resultados de pulido dependiendo de la herramienta con las que se utilicen.
Tipos de lijas
A la hora de adquirir una lija manual, verás que hay distintos tacos de lija a elegir. Por lo general, encontrarás tacos de lija fina hasta más gruesa, en función de la superficie a trabajar y de sus imperfecciones.
Por ejemplo, si deseas hacer uniforme una pared tras la retirada de escayola, es mejor que emplees una lija de grano grueso. Aunque también puedes emplear una lijadora eléctrica.
Por otro lado, si deseas corregir imperfecciones pequeñas en paredes, armarios y demás superficies, con la lija de grano más fina que tengas te será más que suficiente.
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