La lija de malla es un tipo de lija flexible, limpia y de gran durabilidad, muy popular en los procesos de lijado de paredes. En la siguiente guía te invitamos a conocer todo sobre la lija de malla: para qué sirve y las ventajas de trabajar con ella.
Lija de malla: qué es
Una lija de malla es una herramienta abrasiva compuesta por una malla cubierta de grano abrasivo. A diferencia de otro tipo de lijas, el aire fluye mejor gracias a la propia malla y evacúa el polvo durante el proceso de lijado, resultando una opción más limpia a la hora de lijar.
Las hojas de lija de malla tienen una vida útil de hasta 4 veces más que las lijas convencionales, lo que permite disfrutar de una mayor durabilidad. Son compatibles con cualquier lijadora, por lo que las posibilidades son variadas.
Usos de la lija de malla
Por sus características, las lijas de malla son ideales para lijar paredes. Funcionan de forma precisa y recogen el polvo, lo que resultan prácticas para este trabajo, y son aptas tanto para uso profesional como para los más manitas y aficionados al interiorismo. Por ejemplo, para lijar antes de pintar.
La lija de malla también se usa a menudo en la industria de la automoción, para trabajos de acabado, con el objetivo de conseguir un mejor resultado final. Por ejemplo, uno de sus usos más frecuentes es para reparación de vehículos en chapa y pintura.
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