Un disco abrasivo es una pieza, en forma de disco (tal y como su propio nombre indica) que se emplea junto con una herramienta fija o portátil para cortar, amolar, desbastar, lijar, pulir… En definitiva, para obtener un acabado profesional sobre cualquier material mediante la fricción.
Suelen estar formados por diversos granos abrasivos unidos entre sí, y podemos encontrarlos de varios tipos: de diamante, de carburo de silicio, zirconio….
Sus posibilidades son tan amplias que se emplea en distintas industrias para llevar a cabo aplicaciones de todo tipo.
El tipo de disco a elegir depende de su uso. De hecho, nos encontramos con distintas opciones de discos abrasivos si tenemos en cuenta el proceso a realizar: ya sea corte o desbaste o incluso discos de láminas.