Elegir un tipo de disco depende de la superficie a trabajar.
Por lo que, si vas realizar proyectos de desbaste sobre superficies de acero, hierro o fundición, es mejor optar por los cóncavos o de copa.
Si se trabaja en desbaste de otros materiales como plomo, cobre, zinc o latón, entre otros, es mejor usar discos abrasivos de óxido zirconado. Así como para desbaste en madera, a lo que también se suman los discos flap.
Para hormigón y ladrillos, los de silicio con aglutinante de resina van muy bien. Mientras que el de copa se puede usar en ambos.
Si se trabaja sobre superficies blandas o normales, los granos convencionales son magníficos, así como el óxido de aluminio. Pero a medida que se vuelven más duras, se pueden usar mezclas con carburo de silicio.
El circonio y el óxido de aluminio se pueden emplear para superficies más duras. Aunque son más resistentes materiales como el nitruro de boro y el diamante policristalino. Los materiales más abrasivos del mercado.