Este aparato es ideal para todo tipo de tareas de bricolaje y carpintería, dado que permite pulir imperfecciones y trabajar todo tipo de maderas en detalle.
Es una herramienta profesional esencial para alisar bordes de madera, rectificar imperfecciones, hacer desbastes o biseles, entre otros. Y, dado que sus cuchillas se pueden intercambiar y ofrece distintas potencias, se puede ajustar en todo momento a las necesidades de la pieza de madera a trabajar, ya sea una superficie blanda, dura o normal, con mucha más eficacia y con acabados más perfectos que un cepillo de carpintero manual, además, permite trabajar mayores superficies.
Por lo tanto, algunos de los usos más comunes de los cepillos eléctricos son alisar, rebajar o desbastar grandes superficies rectas como puertas, vigas o marcos, así como para hacer ranuras en madera de diferentes medidas.